A mi amigo Luis Cova Arria, jurista de extensa y brillante trayectoria profesional, con motivo de la publicación del Libro homenaje editado en su honor por la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Venezuela. Con aprecio y admiración. El escribidor.

Uno de los temas mas ultrajantes para la Hispanidad podría ser el que el comunismo y sus adláteres se hayan entrometido en la historia para descalificar la hazaña inmortal del gran Cristóbal Colón, el intrépido navegante que, al mando de un puñado de valientes, tuvo la osadía de hacerse desde Palos de la Frontera hacia lo desconocido en busca de Cipango para inesperadamente, aquel 12 de octubre de 1492, toparse con el nuevo continente, al grito de “tierra” de Rodrigo de Triana frente a las costas de Guananí, que llamaría San Salvador; y la responsabilidad de toda la campaña anti “Colón” le compete al comunismo y sus adláteres porque, dentro de la obsesiva tarea que éstos tienen por la destrucción de los valores de la sociedad democrática y sus instituciones, se encuentra la abolición de la historia, o al menos su alteración, para hacer ver que todo aquello que es intrínseco para la civilización occidental carece de aprecio, o es falso y, lo que es peor desde su torcido pensamiento, que es “fascista” o “facha”, o simplemente de “derechas”.

Nuestros padres, nuestros abuelos -en fin, todos nuestros antepasados- crecieron y se formaron bajo la idea, indiscutible para la época, de que el descubrimiento de América fue obra del Almirante de la mar océano bajo el auspicio de los Reyes Católicos y particularmente de la reina Isabel I de Castilla que le puso a su disposición sus joyas para que financiera la atrevida travesía para encontrarse con lejanas tierras; que volvió triunfante y postrarse de rodillas ante Su Alteza Real; que inició otros viajes y arribó a Tierra Firme, la Tierra de Gracia; que fue virrey y gobernador de las Indias bajo las Capitulaciones de Santa Fe; que luego de su tercer viaje fue encadenado y vuelto a España para ser encarcelado hasta lograr el perdón de sus Católicas Majestades, y que murió en Valladolid, discutiéndose aún dónde reposan sus restos, Sevilla o Santo Domingo.

Esa información, transmitida también por los maestros y los libros y manuales de historia, sin violentar la objetividad, nos enseñaba las distintas leyendas sobre Colón, y hasta de la conquista de América, en la que la leyenda dorada nos muestra la bondad del tratamiento de los conquistadores mientras que la leyenda negra nos pone de manifiesto la cara oculta de muchas verdades, como excesos cometidos por aquellos hombres que se habían arriesgado a “hacer la América” unos para entregar los nuevos territorios a la Corona, otros para la satisfacción de su afán de riqueza o de su afán de poder pero que en ningún caso oscurecen la magna epopeya que conocemos como el descubrimiento de América.

Por tanto, es inadmisible que algo tan inmerso en nuestras mentes y corazones, que se materializa en el “Día de la Raza” o “Día de la Hispanidad”, sea  trasladado por el comunismo y sus adláteres al extremo de pretender destruir leyendas que forman parte de los hispanoamericanos por el solo interés de destruir la cultura occidental. Bien lo dijo Zacarías de Vizcarra, Obispo:

Estoy convencido de que no existe palabra que pueda sustituir a ‘Hispanidad’: [ … ] significa, en primer, lugar, el conjunto de todos los pueblos de cultura y origen hispánico diseminados por Europa, América, África y Oceanía; expresa, en segundo lugar, el conjunto de cualidades que distinguen del resto de las naciones del mundo a los pueblos de estirpe y cultura hispánica”.

 

Hispanidad e ignorancia histórica

En su arrebato contra la Hispanidad, el comunismo y sus adláteres han amplificado la Leyenda Negra porque, si bien los defensores de ésta la basaban en un anticlericalismo radical alimentado en Europa por los enemigos de la imperial España que, además, satanizaban las acciones de conquistadores y colonizadores acusándolos de horrendos crímenes, no es menos cierto que el objetivo de los discípulos del marxismo es la abolición de la historia, la destrucción del mundo hispánico, entendido éste como la conjunción de la América española con la madre patria. Para ello, sin justificación y conocimiento alguno e incurriendo en ignorancia histórica -por supuesto que no tienen idea del origen y significado de Hispanidad y se lo achacan al franquismo-, califican al gran Almirante como genocida por la mera circunstancia de haber llegado a las nuevas tierras y, al mismo tiempo, vilipendian a personajes históricos que nada tuvieron que ver con la eliminación en masa de los indígenas.

Hasta un inculto populista simpatizante del comunismo y sus adláteres, olvidando adrede la sangre de sus antepasados españoles, ha tenido la osadía, en México, de exigir al reino de España que pida perdón por el genocidio cometido en la conquista y colonización de Iberoámerica!.

Los venezolanos nacidos en los años 40´s y 50´s, estudiamos por la historia de Venezuela del hermano Nectario María y de J. M. Siso Martínez, leímos a Mario Briceño Iragorry y su defensa de la hispanidad, adquirimos el suficiente conocimiento como para discernir entre las dos leyendas y nos considerábamos integrantes de la comunidad de países iberoamericanos, reconociendo con emoción a Colón como ese descubridor de las Américas a quien cotidiana y anualmente se rendía homenaje desde aquel 12 de octubre de 1921 -casi 100 años atrás- que el general Juan Vicente Gómez decretó como “día de la Raza”, hasta el inicio de la XXI centuria, cuando un desconocedor y enemigo de la historia, el otrora fracasado golpista convertido en Presidente, Hugo Chávez, por conveniencias políticas y con el apoyo del comunismo y sus adláteres, resolviera el 12 de octubre de 2002 cambiar la denominación de la fecha aniversaria del descubrimiento de America por el cochambroso y ridículo mote de “Día de la resistencia indígena”, lo que provocó las protestas de los historiadores y de todo aquel que se percatara de la deformación cultural que pretendía el fallecido gobernante.

Cuando parecía que no era posible volver a la carga contra la travesía del genovés, justo dos años después, el 12 de octubre de 2004, diversos movimientos y agrupaciones dizque culturales, realizaron una concentración para juzgar a Colón por el genocidio de las poblaciones amerindias 500 años atrás, declarándolo culpable -en ausencia y sin ser oído, decimos los abogados- y condenando la estatua del escultor Rafael de la Cova a no ser más idolatrada, derribándola de su pedestal con la anuencia del entonces Presidente, quien celebró la salvajada con fanfarria de oropel.

Como se observa, un conjunto de acciones de la mas baja ralea, producto de la ignorancia de la historia y del concepto de la Hispanidad -para algunos Iberosfera-, o del “[ … ] resentimiento que arrastra consigo el espíritu latinoamericano, si se le puede dar ese nombre al paquete de prejuicios, traumas y complejos que lastra nuestra conformación espiritual, tras más de quinientos años de existencia – pues la América española, como bien insistía en llamarla el aristócrata vasco venezolano Simón Bolívar, vio la luz, o se la vieron, un 12 de octubre de 1492[1].

Sea lo que sea, lo cierto es que frecuentemente se repiten repudiables acciones como las descritas, apoyadas por el comunismo y sus adláteres, como el anunciado cambio de denominación de la “autopista Francisco Fajardo” de Caracas para llamarla “autopista Guaicaipuro”, anunciado por Maduro desconociendo que aquel no fue “[ … ] un Conquistador sino un Colonizador; que sus acciones siempre estuvieron enmarcadas dentro el concepto de la paz y cumpliendo con las instrucciones de sus superiores, para la fundación de pueblos, que no existe ninguna evidencia documental histórica que avale o narre sus actuaciones y en las cuales se demuestren muertes de los indígenas litoralenses por parte del Margariteño, bajo el criterio de Genocidio[2].

 

El grupo de Estados contra la corrupción (GRECO)

Es incuestionable que, si doce de los veinte vocales del CGPJ pasan a ser elegidos por la misma mayoría máxima (mitad más uno) que se necesita para elegir y mantener al presidente del Gobierno, el órgano de gobierno del Poder Judicial quedará dominado por las mismas fuerzas partidistas que controlan las Cortes Generales y el Gobierno. Esto es, se generará una fusión del dominio de los poderes del Estado en una sola voluntad política, y uno de los principios básicos del Estado constitucional, como es la separación de poderes, quedará sencilla y llanamente sepultado

Daniel Berzosa[3].

Este escribidor, con reiterada frecuencia, se ha referido a la destrucción del sistema judicial venezolano puesto en marcha en 1999 por el entonces Presidente de la República, el fallido golpista Hugo Chavez quien, valiéndose de un decreto de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999 en la que contaba con suficiente mayoría, declaró la emergencia judicial, procediéndose a modificar la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia para reducir el quorum[4] para la selección de magistrados por parte de la Asamblea Nacional y a incrementar el numero de magistrados del TSJ para colocar en la alta instancia judicial a una cohorte mayoritaria de fieles mujiquitas quienes, practicando la proskynesis, se rinden ante el poder usurpador para cubrirle las espaldas con despreciables decisiones que no merecen el nombre de sentencias, como el Can Cerbero, el temible perro de tres cabezas y cola de serpiente guardando la puerta de la terrible mansión de Hades.

Con el control del Poder Judicial, Chávez y Maduro destruyeron a Venezuela. Con el control del Poder Judicial, Rosario Murillo y Daniel Ortega han consolidado su dictadura en Nicaragua. Con el control total y descarado del Poder Judicial, Cuba se encamina a 62 años de dominio totalitario de la sociedad[5]; pero no es el objeto de esta nota reflexionar sobre la trágica situación de esos países en cuanto a sus sistemas judiciales, aunque si la de alertar a las sociedades democráticas cuando en el horizonte un profundo gris muestra los primeros signos de la tormenta, por lo que este escribidor se referirá a una nota de prensa que daba cuenta de una carta fechada el 14 de octubre de 2020, de la que en los diarios y en las RRSS se daba una importancia inusitada, prevaleciendo sobre otros temas de la politico cotidiana; y se trataba de una misiva dirigida por el señor Marin Mrčela, en su condición de Presidente del Grupo de Estados contra la Corrupción (por su sigla, GRECO) a la jefa de la delegación española ante la UE, Ana Andrés Ballesteros, en la que advertía que la reforma legislativa presentada por los grupos parlamentarios del PSOE y Unidas Podemos para reducir el quórum de los 3/5 a mayoría simple del Congreso de los Diputados y del Senado en las votaciones para la elección de los doce vocales judiciales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) “…se aparta de las normas del Consejo de Europa relativas a la composición de los consejos judiciales y la elección de sus miembros, y puede suponer una violación de los estándares anticorrupción del Consejo de Europa…”.

La carta, ademas, invitaba al Ministerio de Justicia español a recordar que los “Consejos del Poder Judicial, en los Estados miembros donde existen, deben ser órganos independientes para salvaguardar la independencia del Poder Judicial y de los jueces individualmente considerados...”.

Como este escribidor, cuando explica ante españoles la destrucción de las instituciones que persiguen el comunismo y sus adláteres, recibe frecuentemente como respuesta que “España no es Venezuela”, optó por indagar sobre GRECO y finalmente supo que las siglas nada tienen que ver con el apodo con el que en su tiempo se conocía a uno de los artistas más grandes de la civilización occidental, el inmortal Doménikos Theotokópoulos del “entierro del señor de Orgaz” sino que identifica a un órgano de control del Consejo de Europa con sede en Estrasburgo, instituido con el fin de mejorar la lucha de los Estados miembros de la citada organización contra la corrupción, el cual fue fundado por 17 países europeos en mayo de 1999 y hoy en día cuenta con 49 Estados miembros.

Dentro de sus objetivos, GRECO cita dos aspectos fundamentales en su interés en que se preserve la independencia judicial que son:

– En aquellos países de la UE donde existan Consejos Judiciales o Consejos Generales del Poder Judicial, “… al menos la mitad de los miembros de esos consejos deberían ser jueces elegidos por sus colegas de entre todas las categorías judiciales”.

– Las “…autoridades políticas no deberían involucrarse en ninguna etapa del proceso de selección de los miembros provenientes del turno judicial”.

Como se observa, GRECO se ciñe estrictamente a los principios fundamentales de independencia judicial que contienen las constituciones de los países democráticos y los tratados y convenciones internacionales porque inclinar la balanza en favor del poder politico significa, incuestionable, que ese derecho ciudadano a recibir justicia imparcial e independiente desaparece para dar paso a las conveniencias políticas en la integración del sistema judicial mediante el reparto de las plazas de jueces entre las formaciones políticas y, asimismo, que la justicia -frecuentemente atacada y vilipendiada- quede al arbitrio del mejor postor o de las arbitrarias instrucciones que desde fuera les sean dictadas.

De allí la importancia de GRECO en Europa -como prevenir acontecimientos tan deplorables como los acontecidos en Venezuela en esta veintena de años del s. XXI en el sector justicia- pues institucionalmente este organismo cuenta con las herramientas para vigilar y observar el comportamiento de los intereses malsanos ante el sistema judicial, y de advertir de las artimañas que se tejen para intentar poner coto a la independencia judicial para sustituirla por una maquinaria al servicio de los intereses politices, como la pretendida reforma legislativa de la ley que rige al CGPJ.

 

Camino de Santiago

Pensará el lector que esta reflexión versará sobre la milenaria ruta de peregrinación utilizada por la cristiandad para encaminar sus pasos hacia la catedral de Santiago de Compostela, la tumba de Santiago de Zebedeo el Mayor, uno de los apóstoles de Jesús de Nazaret y el primero de ellos en morir martirizado; pero en realidad se trata una alusión a la ruta trazada por el comunismo y sus adláteres para asediar a Chile, cuya capital fue nombrada así por el conquistador extremeño Pedro de Valdivia para honrar al discípulo de Cristo, patrono de España.

El pasado año, el mundo democrático se alarmó ante los violentos disturbios que estaban trastornando la paz de la patria adoptiva de ese caraqueño ilustre que fue don Andrés Bello, y especialmente a Santiago y a otras ciudades, lo que resultaba sorprendente en una nación que, desde la reinstitucionalización del Estado de Derecho a raíz del cese de la dictadura de Pinochet, contaba con la fama de haber logrado salir del atolladero del tercer mundo para colarse en la cima de las naciones desarrolladas, lo que, a la vez constituía un fenómeno en esa América Hispana agitada por el Foro de Sao Paulo y el grupo de Puebla valiéndose para ello del chavismo-madurismo, foco de la insurgencia del comunismo y sus adláteres en el continente de Colón.

Desbordados y agresivos manifestantes convirtieron en ceniza y plástico abrasado lo que eran atractivos sectores de la capital del país austral sin importarles el retroceso que sus acciones podrían ocasionar sobre la economía de su país; y llegaron al punto de destruir estaciones del metro y hacer retroceder a las brigadas de orden público mediante el uso de punteros láser, generando una desestabilización de la sociedad, dentro de acusaciones de violación de los DDHH denunciadas por HRW y la CIDH y desmentidas por el gobierno, mientras un temeroso Sebastián Piñera anunciaba acuerdos entre las fuerzas políticas sobre eventuales cambios constitucionales[6].

La revuelta fue de tal magnitud que el democrático y progresista Chile súbitamente perdió la corona que ostentaba y, de manera incomprensible, la sociedad de ese país se embarcó en la tarea de promover el cambio del orden constitucional mediante un plebiscito que condujera a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente que elaborara una nueva constitución que devuelva la felicidad a la antigua tierra mapache!.

No hay que ser un sagaz investigador para entender que, mediante ese mecanismo de invocación de la soberanía popular, en 1999 el entonces coronel Hugo Chávez Frías inicio la destrucción del Estado de Derecho en Venezuela para lo cual puso fin a las instituciones para reemplazarlas por mujiquitas y serviles funcionarios, de la que solamente sobrevive la Asamblea Nacional, pese al vil asedio que a los diputados le imponen los esbirros y colaboradores de la usurpación. No se trataba de establecer un nuevo marco constitucional sino de desaparecer del mapa aquella etapa de democracia iniciada en 1958 que, con errores y aciertos, había situado a Venezuela dentro del concierto de las naciones que crecían en libertad.

Y es precisamente el antecedente venezolano el que enciende las alarmas en el caso chileno porque una convocatoria para una Asamblea Constituyente que elabore una nueva constitución no garantiza que el comunismo y sus adláteres se cuelen para introducir las herramientas que permitan socavar las instituciones y que, en lugar de enfilar a Chile al primer mundo, lo lleven de la mano hacia los abismos de sociedades del inframundo, como Venezuela o Cuba. 

[1] Véase: Antonio Sánchez García. La resistencia indígena. Lapatilla. https://www.lapatilla.com/2020/10/14/la-resistencia-indigena-por-antonio-sanchez-garcia-sangarccs/. Consultado el 17102020.

[2] Véase: ACADEMIA DE LA HISTORIA DEL ESTADO NUEVA ESPARTA. PRONUNCIAMIENTO PUBLICO SOBRE LA ACUSACIÓN DE GENOCIDA A FRANCISCO FAJARDO, la Asuncion, 15 de octubre de 2020. Disponible en: https://www.facebook.com/reteiuris. Consultado el 17102020.

[3] Véase: El GRECO da un serio toque al Gobierno. EL IMPARCIAL. Disponible en:

https://www.elimparcial.es/noticia/218086/opinion/el-greco-da-un-serio-toque-al-gobierno.html. Consultado el 22102020.

[4] Véase: Alejandro González V. @gonzalezvalenz.

Los mecanismos contramayoritarios (y el quorum calificado, es uno de ellos), responden a una lógica poderosa, preservar el contenido esencial de la Constitución (cláusulas pétreas), y los derechos de las minorías, ante las oscilaciones políticas de mayorías circunstanciales”.

[5] Miguel H. Otero. Carta al Rey. EL NACIONAL. Disponible en:

https://www.elnacional.com/opinion/carta-al-rey-de-espana/. Consultado el 25102020.

[6] Ver Carlos J. Sarmiento Sosa. Democracia activa frente al comunismo. Reflexiones de un escribidor, a octubre-diciembre de 2019. Disponible en: www.carlosjsarmientososa.com

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